Bijū (尾獣,
"Bestias con colas"?) es el nombre con que se alude a nueve demonios o
yōma (妖魔,
fantasma, aparición?) en el
manga y
anime de
Naruto. Cada una de estas criaturas tiene un número distinto de colas, en relación directa con su poder, que sirve además para darles nombre.
Se dice que eran esencias puras que fueron corrompidas por los humanos a través del tiempo. De hecho, casi todas las guerras que se mencionan fueron con el único objetivo de querer obtener el poder divino de aquellas poderosas bestias para usarlas en su favor. Durante la
Tercera Gran Guerra Ninja las
Aldeas Ocultas intentaron adquirir control sobre distintos Bijū para usarlos en la lucha, pero pronto quedó claro que su manejo era muy difícil.
Una forma que se encontró de mantener controladas a estas criaturas y aspirar a dominarlas aunque sólo parcialmente fue su sellado dentro de personas, que pasaban a ser llamadas
Jinchūriki (Poder del Sacrificio Humano). Este es el caso de
Gaara. Por otro lado,
Naruto se convirtió en uno de ellos para salvar a la
Aldea Oculta de Konoha.
Se supone que sus
chakras son los más poderosos del mundo y que enfrentarse a ellos, es como encarar a un dios. La
Organización Akatsuki pretende dominar el poder de todos estos demonios para luego lanzarse a la conquista del mundo. Sus distintos miembros van por ahí buscando y persiguiendo a los
Bijū en estado libre o a los
Jinchūriki que los mantienen sellados en su interior. Tras capturarlos, sellan el alma del demonio en una gran estatua. Si estaba dentro de alguien, el humano muere en la operación.